lunes, 8 de febrero de 2016

Dos semanas de Silencio.

Es una espléndida tarde de un hermoso día de carnaval...

Cada día antes que hoy, he recordado el propósito de hacer una nueva entrada que  me permitiera expresarme a través de palabras. Estaba demasiado ocupada para eso.
Expresarse requiere percibir nuestra propia y más genuina presencia. Parece muy obvio, pero no lo es.

Felizmente se presentó la ocasión en forma de película: "The Danish girl" ( una traducción cercana sería "la chica Danesa" ).
Se trata de la historia real de alguien que se busco así mismo ( ¿misma?) con especial empeño. Ya de niño, a través del juego "vio" su verdadera esencia, no la que la imagen de su cuerpo le había otorgado.  Pintando supo conservar en el lienzo un paisaje que, al referir a su infancia, le permitía acceder a ese espacio de su vida. De hecho su esposa le dice: " a veces temo que te hundas en la ciénaga " El responde: "...la ciénaga está dentro de mi." .  Un día Ella, que es pintora, le pide que remede a su modelo(una mujer) y El se reconoce en esas piernas con medias de nylon y tacones de charol. Se asusta, se asusta mucho, pero ya no puede ocultar la necesidad de re-conocerse. Ellos se aman con tal libertad que ella permite un juego en el cual aparece "Lili". Es hermoso, duro y muy doloroso el proceso de conexión que se va librando: cada oportunidad en que aparece Lili,  Einar se va desdibujando de ese cuerpo prestado. Gerda, la esposa, acompaña esta transformación que la deja sin pareja, pero no sin lo que siente, al contrario, crece su pasión por la pintura y Lili se convierte en la musa que la expresa.
Lili busca liberarse de ese cuerpo de hombre que no quiere disfrazar de mujer, pero para conseguirlo debe morir a lo que no es y eso sucede: la ciencia no pudo corregir un error, pero su deseo de ser genuinamente quien es acepta el precio y se trasciende en la muerte.

No hay asesinatos ni suicidios, a Ellos ( Einar y Gerda ) les toco así.  En esa travesía de vivir desde la propia historia, donde se muestra la mezquindad de los prejuicios, el costo es diverso y diferente para cada uno de nosotros. Lo único que debemos es estar dispuestos a ser insobornables.

Yo pague un soborno de dos semanas de silencio.