viernes, 17 de abril de 2020

Fragilidad insospechada



https://es.dreamstime.com/concepto-de-la-tristeza-y-soledad-mujer-desesperada-subrayada-image100526848


Como lo planteé en el escrito anterior, vamos a seguir tratando de alcanzar con la vista una cosa lejana.
Lo primero es que no parece lejana. Está omnipresente en cada rincón de las noticias, en las calles solitarias o con personas usando mascarillas y guantes, en los hospitales a los cuales solo podemos acceder en caso de urgencia extrema, o contagiándonos.  Se adentró en cada hogar y mas precisamente en cada vida, tocando, incluso, espacios desconocidos, y alborotando las sombras.

Parece habernos pillado “in fraganti” en nuestra fragilidad insospechada, como sacudiendo nuestra incredulidad: “¡No puedo creer que me muera por un bichito tan insignificante!”.  Pero, por si o por no corrimos, como debe ser, a guardarnos, a ocupar espacios íntimos y protegidos. En este punto está “la cosa lejana” a la que la pandemia nos mueve a mirar.

Este ha sido un tema de discusión. ¿Acaso nos creíamos super héroes o heroínas? ¿Es esta pandemia una broma de mal gusto donde de pronto somos protagonistas de una serie de ciencia ficción?  Se percibe un extrañamiento ante el aislamiento impuesto y aceptado. Una sensación de irrealidad que vamos viviendo día a día. Releo lo escrito y sonrío. Lo irreal es poder estar en casa, a un ritmo más natural, escuchándonos mínimamente el saludo, comiendo a la hora y sentados a la mesa, padeciendo las desaveniencias de la convivencia sin mucha oportunidad de escapar.  Y estar es enfrentar y resolver, desde la gotera que nos caía, pero ignorábamos, hasta el desamor que se nos fue colando como el salitre en las bases de alguna que otra relación.

Lo que vamos atisbando es nuestra deshumanización, la sujeción a un sistema que nos ofrece como presas al halcón del consumismo que nos consume sin permitir que nos consumemos como personas. Estamos en una pandemia viral, donde miles de vidas se han perdido y eso es doloroso, muy doloroso. No hay peros que valgan ante este acontecimiento. Solo propongo mirar un poco más allá para que sospechemos y descubramos que en esa fragilidad está la fortaleza de validarnos como seres humanos, de renunciar al juego de poder que implica la violencia, de amar la vida que tenemos y desear cuidar de ella, de la propia y de la del Otro.

miércoles, 15 de abril de 2020

El virus "Influencer"

    Regrese e hice un paréntesis para recordar mi viaje, las experiencias vividas y ubicarme.

¡ESTAMOS EN MEDIO DE UNA PANDEMIA-INFLUERCER!

Una pandemia es una enfermedad que ataca a un gran número de personas o de animales a nivel mundial (países y continentes) y durante un mismo período de tiempo. Se trata de un daño o desgracia que afecta a gran parte de una población y que causa un perjuicio grave. Generalmente es de orden infeccioso. Su propagación desproporcionada se relaciona a lo desconocido del agente infeccioso, tanto para el cuerpo humano (que no tiene inmunidad), como para el cuerpo científico (que no tiene vacuna ni tratamiento). 
Un "influencer" es una persona que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema concreto y, por su presencia e influencia en redes sociales, puede llegar a convertirse en referente para una marca. Lo mas interesante es que surgen naturalmente, sin propósito, a través de sus intereses personales.

  1. caricatura tomada de elimparcial.com


Esta situación me ha puesto a pensar en mucho y quisiera convocarlos a "echarle un vistazo". 
En el caso de este virus hay ciertas particularidades que llaman mi atención:
  • Es tan frágil estructuralmente que se destruye con un poco de jabón.
  • A pesar de esto es, como todos los virus, astuto y de actuar sutil. De allí su capacidad de dañar a una célula, mas compleja e incluso mimetizarse en ella, por lo cual dificulta el trabajo del sistema inmune.
  • No entra en guerra franca, solo invade y tanto, que ha sitiado al mundo.
  • Causa patología de índole restrictivo, torna rígido al tejido pulmonar y le impide expandirse para poder tomar oxigeno y expulsar CO2. Nos confina al espacio privado y nos restringe las relaciones interpersonales y la expresión de los afectos.
  • Minimiza nuestros intercambios laborales  disminuyendo nuestra productividad humana y económica.
Así que, en este "vistazo" se nos presenta un virus que surge como sin propósito, que nos hace sentir que sabe mas que nuestro propio cuerpo y que la ciencia, que ha ocupado todos los espacios al obligarnos a salir de ellos y se ha convertido en referente de marca, sin precedente, para el mundo en este 2020.  
De allí el título de estas reflexiones: VIRUS "INFLUENCER".

Vamos a continuar avistando* este Acontecimiento.
* Avistar: alcanzar con la vista una cosa lejana





sábado, 11 de abril de 2020

De Venezuela a Chile


Aquí en Chile: 

agosto 2017-abril 2020


Hace ya casi tres años, inicie un viaje de Venezuela a Chile.  De más de media vida vivida, según las estadísticas, al inicio de una vida cero kilómetros (¿?).
Quizás deba iniciar con un encuentro distinto conmigo, con la que se fue, con la que llego, con esa que dejó un tiempo de cotidiana existencia, para no desperdiciar en quejas y tristezas la que le resta.   Lo primero que tengo que decir, decirme, es que hacían varios años que me encontraba con el deseo de Anchimalen, de la "Voz del Síntoma", del conocer a la Nana, patrimonio vivo de Chile. Hacia ese desear dirigí el timón y arribé a buen puerto, textualmente.  Pocos días después de un largo viaje Caracas-Santiago-Linares-Concepción -Puerto Montt, por tierra, embarqué el transbordador que me dejó en Chiloé.  En Anchimalen encontré una naturaleza que suavizó la vorágine del caos del terruño maltratado. Allí fui descubriendo a "Cachai altiro", un regalo de vida que se abrió ante mis ojos durante meses. Compañeros de camino que se me revelaron y, ante quienes yo me expuse con la tranquilidad de saberme respetada y amada. misericordiosamente. Socios de proyectos comunes y diferentes que se acogen con la responsabilidad de querer el bien común. Ante los cuales uno se compromete y, el Otro también y rendimos mutuamente cuenta de lo realizado con la Alegría del Nosotros en desarrollo.
Luego vino un periplo de búsqueda de trabajo que me condujo hasta Viña del Mar, una ciudad que conocía por su Festival anual histórico.  Pero no me dirigí a la “Quinta Vergara”, sino al Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, hogar de mi quehacer profesional hasta hace poco menos de un mes. Ir y venir de Viña a La Ligua, de Quillota a Limache, a la Unidad hospitalaria al interior de la cárcel de menores (UHCIP). Experiencia de conocer el sistema publico de salud con sus debes y sus haberes. Ejercí con permiso de la Seremi de salud, atendí una asombrosa lista de pacientes con dos años en espera, usuarios GES, enseñe un poco de clínica psiquiátrica, realice consultorías con las comunas de salud mental de Petorca, visite las postas y los Cesfam, me “enlace” con el hospital “San Agustín” de la Ligua, aprendí a lidiar con el sistema administrativo a trancas y barrancas, pero poco supe y sé de hojas Excel y registros. En el equipo ESMA entre como coordinadora y salí con la alegría de haber atendido a quienes necesitaban de mi quehacer.  Compartí con PRAIS y su gente bella y atenta. Cultive en la UHCIP Limache un equipo de trabajo clínico-psicosocial que además de experiencia me dejo gente querida.
Ahora, con eunacom y conacem suspendidos, pero con mi saber integro y mis deseos de servir renovados, quiero estrenar nuevos proyectos que me permitan remover la tierra y plantar algunas semillas que traje como equipaje, entre ellas la semilla del encuentro terapéutico. Deseo, como al principio, practicar en suelo ajeno el ejercicio cotidiano de contactar genuinamente con aquel o aquella que no soy yo para estar a sus ordenes y cultivar la vida buena, de la salud integral y el bienestar común.